Gunta Stölzl (1897-1983) ocupa un lugar crucial en la historia del diseño moderno como la primera mujer en convertirse en maestra en la Bauhaus, la influyente escuela de arte, diseño y arquitectura del siglo XX. Su vida y obra no solo redefinieron el diseño textil, sino que también reflejan las dinámicas de género dentro de una institución que, a pesar de su ideario progresista, relegaba a las mujeres a roles secundarios.
Desde su fundación en 1919, la Bauhaus se presentó como una escuela igualitaria, abierta a todos sin importar género o procedencia. Sin embargo, en la práctica, las mujeres enfrentaron limitaciones significativas. Aunque representaban una proporción considerable del alumnado (hasta un tercio en algunos periodos), eran "alentadas" a participar en disciplinas consideradas tradicionalmente femeninas, como el tejido, la cerámica y la encuadernación, en lugar de áreas consideradas más prestigiosas como la arquitectura o el diseño industrial.
Walter Gropius, fundador de la escuela, llegó a afirmar que las mujeres no tenían la misma capacidad creativa que los hombres, reduciendo su rol al de "colaboradoras" en lugar de "creadoras". Este prejuicio estructural no solo afectó las oportunidades educativas de las estudiantes, sino también la manera en que sus aportaciones fueron recordadas históricamente. Gunta Stölzl es un caso paradigmático de cómo una mujer desafió estas restricciones para dejar un impacto perdurable.

- Diseño para textil de Gunta Stölzl. 1920-24. © 2019 Artists Rights Society (ARS), Nueva York / VG Bild-Kunst, Bonn.
Nacida en Múnich, Stölzl se unió a la Bauhaus en 1919, inicialmente atraída por la pintura. Sin embargo, como muchas otras mujeres, fue canalizada hacia el taller textil, un espacio que inicialmente carecía de un enfoque técnico riguroso y estaba limitado a lo decorativo. Bajo la influencia de artistas como Johannes Itten y Paul Klee, Stölzl comenzó a experimentar con nuevas técnicas y materiales, transformando el tejido en un medio de expresión moderno.
Su liderazgo y habilidad técnica la llevaron a ser nombrada en 1927 como maestra del taller textil, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar un cargo de esta magnitud en la Bauhaus. Bajo su dirección, el taller adoptó un enfoque interdisciplinario, integrando materiales industriales como el celofán y el algodón y creando textiles funcionales que respondían a las necesidades de la arquitectura moderna. Estos textiles, caracterizados por patrones geométricos y colores vibrantes, se alejaron de lo meramente ornamental y se convirtieron en piezas esenciales para interiores de vanguardia. El ascenso de Stölzl no estuvo exento de desafíos. En una escuela donde los hombres ocupaban la mayoría de los puestos de prestigio, su trabajo enfrentó resistencia tanto de sus pares como de las dinámicas políticas y sociales de la época. En 1931, presionada por conflictos internos y el ascenso del nazismo, Stölzl renunció a su cargo en la Bauhaus y emigró a Suiza, donde fundó su propio taller y continuó innovando en el diseño textil.
El cierre de la Bauhaus en 1933 marcó un punto de inflexión en la historia del diseño moderno, pero también en la forma en que se narraron las contribuciones de sus figuras clave. Durante décadas, los logros de las mujeres en la Bauhaus fueron minimizados o relegados a notas al pie, mientras que las figuras masculinas como Walter Gropius, Wassily Kandinsky o Marcel Breuer siguen ocupando el centro del escenario. La historia de Stölzl, junto con la de otras figuras como Anni Albers o Alma Siedhoff, solo comenzó a recibir el reconocimiento merecido a finales del siglo XX, en el contexto de una reevaluación feminista de la historia del arte y el diseño

- Diseño para textil de Gunta Stölzl. 1920-24. © 2019 Artists Rights Society (ARS), Nueva York / VG Bild-Kunst, Bonn.
El legado de Gunta Stölzl y su impacto en el diseño
El trabajo de Stölzl redefinió el lugar del tejido en el diseño moderno, mostrando que este podía ser tanto funcional como profundamente innovador. Sus textiles no solo se integraron en interiores modernistas, sino que también demostraron el potencial del diseño textil como una disciplina intelectual y artística. Hoy, sus obras forman parte de las colecciones de instituciones como el MoMA en Nueva York y el Bauhaus Archiv en Berlín. La historia de Gunta Stölzl ilustra tanto las barreras que enfrentaron las mujeres en la Bauhaus como su capacidad para trascenderlas. En un contexto donde se esperaba que las mujeres fueran "artesanas" en lugar de "creadoras", Stölzl mostró que el diseño textil podía ser un vehículo para la innovación radical. Su vida y obra nos recuerdan que la historia del arte y el diseño debe ser revisada constantemente para incluir las voces que, durante demasiado tiempo, fueron silenciadas.